Canadá es un país muy extenso, el segundo más grande del mundo, con abundantes cosechas y recursos naturales. Su gastronomía varía entre las diferentes provincias y territorios, con tradiciones culinarias que hunden sus raíces en las británicas, francesas e indígenas. Durante los siglos XIX y XX, el aumento de la inmigración en Canadá trajo consigo una enorme variedad de recetas y tradiciones de las naciones de origen de los inmigrantes. Por eso, se tiende a describir la cocina canadiense como un collage de platos de las más diversas tradiciones culturales.
Por otra parte, la extensión del país y los distintos productos y materias primas han contribuido igualmente a conformar la riqueza de las distintas tradiciones culinarias canadienses. No existe, pues, una única cocina que abarque todo el país, sino que cada región mantiene sus propias tradiciones basadas en los cultivos locales y productos autóctonos, dando lugar a una curiosa fusión entre multiculturalismo y localismo. Así, encontramos regiones con platos basados en la carne de vaca, el cordero, o el bisonte. En otras, hay recetas con patos, gansos canadienses y otras aves. En las zonas costeras se pueden disfrutar deliciosos platos de pescado y marisco. Otros platos típicos incluyen productos como arándanos rojos y azules, legumbres, vegetales característicos o con derivados del sirope de arce, oro líquido de Canadá. Además, Canadá es famoso por su bacón, jamón, empanadas de carne y carnes preservadas.